Varios son los estudios llevados a cabo en los últimos años enfocados a la investigación que los efectos del alcohol tiene en nuestra forma de vida y salud.
El primero de ellos, en cuanto a investigación moderna se refiere, data del año 1979, elaborado por la Sociedad Norteamericana del Cáncer y llamado “Honolulu Heart Study”, manifestó que los más afortunados eran aquellos que tomaban dos o tres bebidas al día, todos los días. Por esa misma época, otro estudio elaborado por el Kaiser Permanente Hospital Health Plan y publicado en “The annals or Internal Medicina”, realizó un seguimiento a 88.000 personas a lo largo de 10 años, todas ellas consumidoras de alcohol. Descubrieron que los bebedores moderados vivían mucho más que los abstemios.
Posteriormente, en el año 92, la facultad de Medicina de la Universidad de Harvard realizó otro estudio sobre 6.891 personas que habían declarado abiertamente su consumo de alcohol, aportando cifras, y tras descartar a aquellos con antecedentes de cáncer, infartos o trombosis y la conclusión fue la misma: un consumo de alcohol ligero está vinculado a un descenso significativo de la mortalidad general. No fue hasta el año 93 cuando se elaboró el mayor estudio estadístico sobre salud y nutrición en los Estados Unidos por NHANES (National Health and Nutrition Examination Survey) y en la que se declaraba que los norteamericanos de raza blanca, incrementaban su tiempo de vida en un 3% gracias al consumo moderado de alcohol.
Fueron 12.000 los médicos participantes en otro estudio del año 94, en el que quedaba reflejado que el índice de mortalidad en médicos de edad madura y con un consumo de una a dos bebidas alcohólicas al día, reducían un 17% el índice de mortalidad con respecto a los abstemios. Un año más tarde, el estudio “Harvard University´s Nurses Heath Study” también asociaba el consumo ligero de alcohol a la disminución de la mortalidad en mujeres.
En el año 97, nuevos datos del Physicians Health Study, realizado por la Universidad de Harvard, afirmaban de nuevo la menor mortalidad de los bebedores moderados en comparación con los abstemios. Además, se publicaron en el British Medical Journal datos a gran escala realizados en China, lo que puso de manifiesto que también se reducía en un 19% la mortalidad en los poco bebedores.
Finalmente, la Universidad de Berlín, en el año 99 publicó los resultados de los análisis hechos a 17.770 personas a lo largo de siete años, afirmando que en los hombres, la reducción en el índice de la mortalidad era de casi un 50%.